domingo, 16 de noviembre de 2008

!A vuelo de pájaro!



A vuelo de pájaro me pareció que un buen día el Chocolatero iba a llegar a mi casa, no le presté atención a la idea. Pero un día el Chocolotero tocó la puerta de mi pequeño apartamento ubicado en Gourmet Gettho, para contar mejor la historia no tocó la puerta, entró a la par que en ese rinconcito de Berkeley iniciaban las festividades del Halloween y del Día de Muertos.




La llegada del Chocolatero fue sorprendente para muchos que abrieron la boca ante la entrada de un ser extraño y no extraño para muchos otros tantos. Caminar, saludar a los grandes amigos, sentir la emoción, repartir sonrisas, chistes y reconocer otra vez la vida berkeleniana en los nuevos amigos que interesedos en el Chocolatero no podía contener la curiosidad.




El Gourmet Ghetto es un barrio que sin más, tiene en dos cuadras los mejores restaurantes de Berkeley, donde uno puede deleitarse de la comida thai, mexicana, himalaya, japonesa, china, francesa, estadounidense, de cualquier parte del mundo que uno pueda imaginarse. En los días que el Chocolatero pasó por estos lugares pudo disfrutar algunas de estas delicias de la cocina (y no alta cocina) internacional y disfrutar también de los bellos cuadros y decoraciones que aparecen en estos lugares, por lo menos en dos ocasiones comimos bajo los ojos de Buda y de algunos dioses hindúes e himalayas, que son indescriptibles pero que tienen una luminosidad y una parsimonía en esos ojos rasgados, asiáticos, que no explican el pensamiento humano de aquellos que los recrean y veneran y a los cuales siempre les quieres preguntar algo.




Las aventuras del Chocolatero en esas semanas fueron matizando, transformando algunos espacios que antes ya habiamos recorrido Brandon and me. De repente, aparecieron nuevos personajes, nuevas historias, nuevos amigos, nuevas emociones, nuevos performances.




Quizás uno de los más festivos días fue el triunfo de Obama, cuando el 4 de noviembre al darme a la tarea de ir a la Universidad para disfrutar como los académicos de Berkeley, celebraban la victoria de las minorías de aquellos que en Bush ya no vieron una alternativa, cambiaron su voto y dieron una aprobación a un nuevo sistema político que empezará en enero en Estados Unidos.




Brandon esperaba tranquilo en la Universidad cuando encontró a Laya, que emocionada iba a San Francisco sin importar que nadie de los berkelenianos la acompañara a la celebración en el Heardquarters de Powell. Yo, saliendo de una rutina de yoga, escuché una llamada que perdí y después me comuniqué con Laya y Brandon que esperaban ya el camión para San Francisco.




Ese día el Chocolatero no se apareció hasta bien entrado la noche, había salido de mi casa en la mañana y no quizó regresar, pero tampoco yo intenté buscarlo. Así, me encontré con Laya y Brandon quienes emocionados hacían la fiesta de las elección. Esperamos mucho tiempo por un camión que no llegó, pero lo que si llegó fue una llamada insospechada por cualquiera de nosotros que avisaba la fatal caída de un pájaro en México. De repente, los tres escuchamos solo: CRASH, CRASH, CRASH, y eso no era así de excitante como la película que lleva el mismo título.








Sin aire, caminamos unas cuadras abajo para tomar el tren con rumbo a SF, llegamos a Powell donde sin querer, sospeché que ya el Chocolatero nos había seguido por un largo rato pero no había querido acercarse a nosotros. Sin embargo, la fiesta quitó mi atención de esta idea y caminé en compañía de Laya y Brandon.




Entramos, emocionados, la gente corría, parecía que estaba pasando, que ese día las cosas en la vida de muchos estadounidenses iba a cambiar, y al parecer cambiarán. Nosotros no seguimos a la gente, seguimos las cámaras, a donde, a donde van esos hombres trajeados, a donde van esas mujeres con tacón, a donde; Laya, sonrisa irónica, yo también, con un paso adelante fuimos a un aula donde ya Obamma empezaba su discurso del triunfo ( y en México el ave seguía cayendo tratando de rescatar a un pájaro). El Chocolatero se asomó, nos llamó, nos metimos al aula; encontramos la parafernalia, esa parafernalia para celebrar un triunfo, esos artículos que el Chocolatero nos dio en la mano! Salimos, la celebración en la calle, todos gritando, y fotos y fotos, Laya y yo: Women for Obama: fotografiadas en el tranvía de San Francisco. El Chocolatero festejaba también en las calles; pero se perdió, quisimos encontrarlo en el Memorial de Marthin Luther King pero ya no estaba ahí. La fiesta se acabó!




A vuelo de pájaro todos estamos ardiendo en estas épocas y las cosas van a arder un poco más, pero a vuelo de pájaro también eso nunca se sabe.


El cuadro "Vuelo de pájaro" de Joan Miró a vuelo de pájaro enciende el alma del Chocolatero.


Nos vemos pronto,


Bren

No hay comentarios: